Traigo aquí otro comentario de texto que, a mi juicio, puede servir como referente a alumnos de filología hispánica que pretendan llevar a cabo un trabajo de este tipo. En este caso es de un texto no muy conocido de Quevedo, el "Diálogo de galán y dama desdeñosa"; su autora es otra de mis alumnas, Alejandra Escobar Torné.
COMENTARIO DE TEXTO
DIÁLOGO DE GALÁN Y DAMA DESDEÑOSA
1. Contextualización
Diálogo de galán y
dama desdeñosa es un poema que pertenece a Francisco
de Quevedo. Cabe destacar que dicho autor se encuadra en la época barroca.
El Barroco es un movimiento que se caracteriza por extremar algunos de los
impulsos del Renacimiento. De ahí que en ningún momento se refute el período
renacentista, sino que se produce una exageración del mismo al tener un estilo
rebuscado. Así pues, existen una serie de coadyuvantes que desembrollan los
motivos por los que se origina este suceso.
En primer lugar, el Barroco es el
arte de la Contrarreforma. Por ello, se percibe de forma evidente la
evanescencia de la armonía propia renacentista y la falta de equilibrio que
caracteriza a esta etapa. Como resultado, en el ámbito literario esta
concepción se expresa mediante la fugacidad y el sinsentido de la vida, pues nada es lo que
parece ser.
Asimismo, la recuperación de la Poética
de Aristóteles
no únicamente subraya la mímesis de la naturaleza como principio del arte, sino
que intenta retratar la variedad del mundo en su multiplicidad, desde la
realidad más excelsa hasta la más escatológica. Como consecuencia, se produce
una literatura vitalista en la que se desarrolla la noción de concordia
discors, en la que lo hermoso y lo grotesco se unifican.
Igualmente, la perspectiva de
Copérnico sobre el universo suscita una visión casi perdida de los hombres
sobre la Tierra, puesto que se transforman en seres minúsculos. Esta
modificación provoca en la humanidad una sensación de pánico al vacío (horror
vacui). Por consiguiente, la réplica a ese pavor será completarlo todo lo
máximo posible.
Además, el Barroco se agrupa en dos
grandes tendencias: el conceptismo de Quevedo y el culteranismo de Góngora. El
conceptismo se basa en la unión perspicaz de dos elementos que aparentemente no
tienen relación. No obstante, aunque Góngora y Quevedo sean conceptistas,
Góngora se aleja de esta corriente e instituye el culteranismo que se
caracteriza por su complejidad.
En suma, la cohesión de todas las
características barrocas le influye en gran medida a Quevedo, cuya personalidad
es sumamente contradictoria.
De la misma manera, muchos de los
rasgos barrocos se reflejan en su Poética, particularmente en la
temática de la misma. La producción poética quevedesca está constituida por la
poesía amorosa, a la que se le añade el sentimiento de desengaño propio de este
período; los sueños que presuntamente ha tenido el propio autor; la poesía
religiosa, puesto que Quevedo se considera a sí mismo un autor muy católico, y la
crítica social, que incluso está presente en su poesía metafísica. En relación
con esta última peculiaridad, la crítica social de Quevedo está respaldada por
los propios intereses personales del poeta. Por ello, el autor vitupera en sus obras
a los grupos más oprimidos.
De igual modo, conviene resaltar los
acontecimientos históricos que se están desarrollando en esta etapa. Por un
lado, la Reforma Protestante se inicia a principios del siglo XVI por Lutero. El
motivo de su sublevación es debido a la convalidación de las bulas que otorgaba
la Iglesia Católica por años de purgatorio, si se desembolsaba una cantidad de
dinero determinada por las mismas. Así pues, muchas personas las adquieren al
sentirse atemorizadas por este hecho. En consecuencia, Lutero se percata de que
están siendo engañados y protesta por ello. La propuesta luterana se fundamenta
en que el cristianismo debe concebirse individualmente y no de manera
colectiva, pues considera que los seres humanos están en pecado desde que nacen
al pensar únicamente en su propio beneficio. Por consiguiente, la muerte de
Jesucristo salvó a toda la humanidad, por tanto, para ir al cielo es necesario
solamente leer la Biblia y encomendarse a Dios. Además, Lutero plantea la libre
interpretación de las escrituras. Como resultado, la perspectiva luterana provocó
una visión individualista del mundo. Posteriormente, en el siglo XVI aparece
Calvino en Francia. El calvinismo defiende que trabajar es el único acto de
amor a Dios. Tanto es así que el valor de las personas se mide por su trabajo.
Este hecho desintegra la sociedad del siglo XVII basada en el privilegio y en
la nobleza. Por tanto, ambas posturas no solo conforman una nueva concepción de
la moral, sino que suponen una auténtica revolución. Por ende, surge la
Contrarreforma que utiliza el arte como instrumento
propagandístico, ya que era indispensable un estilo grandilocuente y ostentoso que
luchase contra la herejía a la par que evidenciase el triunfo católico.
También, cabe mencionar que el amor
cortés se
inicia en la Edad Media como reflejo de las relaciones de vasallaje propias de
la época. Por eso, en el siglo XVII referirse al feudalismo era disparatado y
obsoleto, dado que la sociedad de ese momento se regía en función de un
emperador. Un claro ejemplo se localiza en la obra Don Quijote de la Mancha,
que es una sátira contra los libros de caballerías. Cervantes se burla de esta
concepción amorosa mediante la figura de Dulcinea del Toboso, amada de don
Quijote.
2. Tema del texto
Sátira al amor cortés.
3.
Estructura externa
La
creación poética a la que se alude es un soneto. Este tipo de composición está
constituida por un total de catorce versos distribuidos en dos cuartetos y dos
tercetos. Todos los versos son endecasílabos, por tanto, son versos de arte
mayor. Sin embargo, en el verso quinto Quevedo emplea la diéresis con el fin de
segmentar el diptongo que se localiza en el término “cruel”. Igualmente, el
poema cuya estructura métrica es ABBA ABBA CDE DCE, presenta una rima
consonante. Además, la obra exhibe una estructura dramática mediante un diálogo
entre un galán y una dama. Concretamente, tanto el galán como la dama
participan en la conversación hasta en nueve ocasiones.
4.
Estructura interna
La
disposición de este poema se particulariza por las intervenciones ficcionales
del galán cuando describe a la dama, propias de la poesía cortesana. En
contraste, la mujer rompe esos juegos ficcionales por medio de sus respuestas. La
razón por la que esto sucede es debido al enfoque racionalista de la dama, pues
al examinarse la ficción desde dicha perspectiva, la metáfora del galán queda
absolutamente desarmada y caricaturizada.
Por tanto, cabe
precisar que este soneto es una creación metaficcional, ya que alude
asiduamente a la ficción.
5.
Comentario
La obra quevedesca
Diálogo de galán y dama desdeñosa escarnece el amor cortés.
En el primer verso,
Quevedo hace referencia a la herejía. En muchas ocasiones la poesía cortés
incurre en hereje al venerar a la dama más que a la propia divinidad, como se
evidencia en este verso. No obstante, mencionar la herejía en la España del
siglo XVII era exponer un asunto sumamente polémico, puesto que implicaba una
grave problemática. Por una parte, la Reforma Protestante impulsada tanto por
Calvino como por Lutero y, por otra, la Contrarreforma, es decir, la réplica de
la Iglesia católica a dicha Reforma. Así pues, la dama al tomarse en un sentido
literal las palabras del galán, alude a ambos reformadores protestantes en el
segundo verso. El motivo por el que esto ocurre es debido a que hacer mención a
la herejía era equivalente a enfatizar lo que había acontecido en relación con
la misma en el siglo anterior, de ahí la contestación de la dama. Asimismo, en
los últimos versos del primer cuarteto no únicamente se refleja la ficción por
parte del galán, sino que es muy llamativa la contestación de la dama que
revela la aprensión de Quevedo hacia los médicos. El poeta considera que los
sanitarios eran aún más perniciosos que las propias enfermedades. La razón por
la que Quevedo critica a los facultativos es que el autor vitupera a todas
aquellas profesiones que se posicionan en un rango inferior al suyo, como
ocurre con este oficio. Por consiguiente, el poeta desea trasladar al lector de
la obra un mensaje conciso y claro: trabajar no dignifica. Por tanto, Quevedo
se opone al calvinismo, que reducía toda la dignidad humana al trabajo.
De igual forma, los
dos primeros versos del segundo cuarteto hacen alusión al verdugo que ejecuta
violentamente al reo de muerte. En consecuencia, este episodio causaba en la
persona que iba a fenecer “enojos”, es decir, un gran sufrimiento. No obstante,
en el caso de este poema el galán va a padecer aflicción amorosa por su amada. La
dama, que comprende el mensaje literalmente, le advierte al galán que no debe
quejarse pese a que se sienta angustiado por su rechazo. Además, en los últimos
versos del segundo cuarteto se observa que el único interés que tiene la mujer
con respecto al enamorado es su dinero. Por ello, hace referencia a los
“cabellos rojos”, puesto que las personas más codiciosas guardaban su dinero en
los odres de cuero que tenían un pelaje rojizo. Sin embargo, ella quería que su
pretendiente tuviese “el oro en bolsa”, ya que evidenciaría que le iba a poder
costear todos los caprichos que la dama quisiera.
Con respecto al
primer terceto, el galán le otorga su alma a la dama. Su amor hacia la mujer es
tan fuerte que hasta su mirada le aflige, por tanto, le pide que le robe el
corazón. Es decir, el galán le está otorgando su vida a la dama. Sin embargo,
la ficción del enamorado se opone al realismo de la mujer, cuyo único aliciente
es el dinero. Finalmente, en el primer verso del último terceto el galán se
siente desesperado por el continuo desdén de su amada. De ahí que interpele a
la dama la causa del denigrante tratamiento hacia su persona. La mujer le
responde por medio de una metáfora gastronómica que él había utilizado precedentemente.
En el último verso, el galán concluye manifestando que se muere de amor por
ella. Sin embargo, la dama muestra indiferencia ante la muerte del galán, pues
lo que le preocupa es adquirir sus bienes.
Por ende, en esta
creación Quevedo pone de manifiesto tanto la misoginia como el materialismo que
caracteriza a la sociedad. Por una parte, la misoginia es consustancial al
poeta, dado que critica a la sociedad a través de los colectivos que sufren un
mayor sometimiento. En el siglo XVII las mujeres tenían escasos derechos, de
ahí que el autor exhiba a una mujer codiciosa en esta creación. Por otra parte,
Quevedo quiere acentuar la noción dineraria a lo largo del soneto, pues el
poeta sostiene que las transformaciones sociales concomitantes al siglo XVII se
regían por el dinero, ya que era la herramienta que se empleaba para
cuantificar el trabajo de las personas si se tenía en consideración el
calvinismo. Por esta razón, si el trabajo dignifica al ser humano, la nobleza
queda derogada y todo se basa en prerrogativa monetaria. No obstante, Quevedo ratifica
que el dinero no te hace más digno. Para él lo más importante es que ese
capital se obtenga de forma lícita. En suma, cabe resaltar la misoginia como
crítica social en esta composición.
Con respecto a las
formas utilizadas en el poema, conviene subrayar que en plano fónico se
encuentra la interrogación retórica. Esta figura se emplea frecuentemente en el
desarrollo de la obra con el fin de realzar lo que se expone, ya que en ningún
momento se espera una respuesta de la misma. En los versos 5, 6 y 7 el galán se
encuentra exasperado por el continuo rechazo de su amada, mientras que ella lo
instiga a no lamentarse de sus penas de amor. Así pues, se recurre a la
interrogación retórica con el fin de que tanto él como ella reflexionen sobre
su comportamiento. Además, en los versos 9 y 10 la dama estima las respuestas
del galán desde un punto de vista racional. Por ello, invita al cortejador a
meditar lo que expone por medio de esta figura. También, en el verso 12 el
galán cuestiona a la dama su conducta a través de la utilización de este recurso.
En cuanto al plano
morfosintáctico, destaca el polisíndeton en el octavo verso mediante la
conjunción “y” que dota al verso de una mayor fuerza expresiva, pues lo que la
dama realmente anhela es “el oro en bolsa” y desestima el dinero en “cabellos
rojos”.
En relación con el
plano léxico-semántico, se halla una metonimia en el primer verso en
correspondencia con el término “despojos”, puesto que el semblante de la dama
no le hace hereje a él, sino a la parte más mezquina del sujeto que son sus
despojos. Igualmente, en el soneto predominan las metáforas que emplea el galán.
Esta figura se ve reflejada en sus intervenciones en el primer cuarteto, pues
mediante la metáfora se relaciona el rostro de la dama con los despojos del enamorado,
por un lado y los ojos de la mujer con el mundo, por otro. Como resultado, de
modo hiperbolizado se incide en herejes, así como que los ojos de la dama matan
a la humanidad. De igual forma ocurre en el primer terceto, en el que se
identifican el alma, la vista y el pecho con tomar, herir y robar. El galán
anhelaba que la dama se adueñase de su alma y que le arrebatase su pecho, ya
que únicamente con mirarle le causa heridas de amor. Es decir, el galán deseaba
que la dama lo tomase como suyo y lo refleja por medio del empleo de metáforas.
En conclusión,
Quevedo en Diálogo de galán y dama desdeñosa se burla del amor cortés a
través del contexto social, político e histórico concerniente al siglo
anterior.